Sánchez Albendea destaca la 'unión y devoción' de los nazarenos y llama a mantenerla de cara a la Pasión de 2025

01 de Abril de 2024

Galería gráfica: Águeda Lucas

Unión, devoción y trabajo conjunto ante la adversidad que ha marcado el desarrollo de la Semana Santa de Cuenca de 2024. El presidente de la Junta de Cofradías, Jorge Sánchez Albendea, ha hecho balance en este Lunes de Pascua y ha querido destacar, por encima de la meteorología, la respuesta de hermandades y nazarenos en la peor Semana Santa en cuanto a suspensiones de procesiones que se recuerda (con permiso de la pandemia y de los años en que no se celebró a causa de la guerra civil).

Sánchez Albendea reconocía que “la lluvia y el viento, incluso la nieve, han sido, sin duda, los protagonistas de toda la semana”, hecho que no por esperado – las previsiones no eran buenas y se acabaron cumpliendo las peores – ha sido menos doloroso o complejo de gestionar. “Los años 2013 y 2019 fueron muy malos, pero sin duda 2024 pasará a la historia como el peor que recordamos, con 8 de 10 suspensiones y situaciones inéditas, salvo que nos corrijan los historiadores de la Semana Santa de Cuenca, como la suspensión del Silencio. También hemos visto otras muy poco frecuentes, como que no haya salido la Procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección” detallaba el máximo responsable de la institución nazarena conquense.

Unidad en la fe y el amor por la Semana Santa

La nota positiva entre tantas escenas de dolor y resignación ha sido, a juicio del presidente, que “lejos de dejarnos llevar por el desánimo, la inmensa mayoría de los nazarenos de Cuenca hemos demostrado que somos nazarenos con mayúsculas y que la lluvia no iba a poder con nuestra devoción”. Así se ha reflejado en la asistencia masiva a los templos para los actos de veneración y despedida de las Sagradas Imágenes que se han ido sucediendo, o en la colaboración entre las hermandades del Perdón que tuvieron que dejar sus pasos en la Catedral, a la hora de volver a llevarlos a sus templos habituales. También en la asistencia de los nazarenos a los Santos Oficios, la Vigilia Pascual y resto de celebraciones religiosas de la Semana Santa o en la altísima participación de nazarenos de tulipa – más de 1.000 – en la Procesión del Santo Entierro o que por primera vez hayan desfilado todas las cabeceras completas – también la de Las Turbas de Cuenca, que este año sumaba al Guión un clarín y un tambor caídos – y con todos sus cetros de hermanos mayores.

“Dentro de lo difícil y triste que es tomar la decisión de suspender, nos reconfortó poder escuchar las Siete Palabras ante siete capillas de la Catedral. Ha sido muy emocionante ver la unidad de las hermandades del Martes Santo en la Catedral, las iglesias de San Esteban y San Pedro llenas el Miércoles Santo, también a los hermanos de la Amargura en El Salvador. Quiero recordar las impresionantes colas de gente para visitar la Virgen de la Luz con todos los pasos de Paz y Caridad en andas cuando tuvimos que suspender el Jueves Santo, o también las colas para visitar el Viernes Santo en las monjillas a la Virgen de las Angustias. Fue precioso el Vía Crucis que se organizó en El Salvador y que unió a las hermandades de Camino del Calvario y En el Calvario; y muy emocionante el acto de San Esteban entre el Descendimiento y La Exaltación. También el sencillo acto de las Santas Marías el Sábado Santo, que asomaron a sus Sagradas Imágenes a la puerta de la iglesia para que pudiera verlas la gente y se formó una pequeña multitud de paraguas ante ellas. O la misa del Domingo de Resurrección y el acto posterior” ha recordado visiblemente emocionado Sánchez Albendea. “Como presidente, lo que me llena es ver ese sentimiento, cómo la gente quiere tanto y respeta tanto a su Semana Santa que se une para cerrar filas en torno a ella en el momento en que se necesita” ha afirmado.

Para el presidente, estas demostraciones públicas de devoción, afecto y fe “consuelan, sobre todo porque hacen hermandad y también parroquia, que es lo más importante en estos momentos” y “están por encima de todo lo que haya podido pasar y nos hacen darnos cuenta de la trascendencia que tiene la Semana Santa de Cuenca para toda la ciudad y cómo la vivimos. Los nazarenos de Cuenca han demostrado, en su inmensa mayoría, que son nazarenos con mayúsculas. Eso se demuestra con la asistencia a los actos, haciendo hermandad y también comprendiendo, aceptando y acatando las decisiones tan duras que nos hemos visto obligados a tomar en esta Semana Santa” ha recalcado.

Apoyo y reconocimiento

Sánchez Albendea ha querido reconocer a las directivas de todas las hermandades de nuestra Semana Santa su labor de todo el año y de la última semana, con mención especial a aquellas cuyas procesiones se han visto afectadas por la meteorología. Ha agradecido también “la unanimidad en la toma de decisiones. Todos hemos comprendido que era lo mejor y afortunadamente, el buen funcionamiento interno y la regulación propia que tenemos nos da muchas herramientas y margen para tomar las decisiones adecuadas en el tiempo y la forma adecuados y pensando siempre en el bien común y en lo mejor para todos y cada uno de los implicados”.

El presidente ha valorado y agradecido las muestras de cariño y comprensión recibidas hacia la institución, tanto de nazarenos como de las instituciones locales, provinciales y regionales, muy especialmente del Ayuntamiento de la capital y de la Corporación Municipal, con el alcalde a la cabeza, así como de medios de comunicación. En este sentido, ha querido poner en valor la difusión que se ha hecho de la Semana Santa, que ha llegado hasta medios internacionales de México, Perú o Colombia, además de dos conexiones de CNN en las dos procesiones que han podido salir completas a la calle, o el hecho de que el streaming haya llegado a más de 40.000 personas pese a que solo han salido completas dos procesiones.

El máximo responsable de los nazarenos de Cuenca ha querido tener especiales palabras de aliento para los hermanos del Silencio – por ser ésta la primera suspensión de inicio que se recuerda – y para los del Duelo, pues en sus siete años procesionando la hermandad ha vivido más suspensiones que salidas. “Los hermanos de Ntra. Sra. de los Dolores y las Santas Marías tienen el cariño y apoyo total de la Semana Santa de Cuenca y me atrevo a decir que de todos los conquenses. Debemos seguir arropando y cuidando de esta hermandad joven, estar orgullosos de que se haya consolidado y con un número de hermanos impresionante, y pedir que puedan salir en procesión en los próximos años”.

Las hermandades tienen ahora por delante la labor de analizar lo ocurrido esta Semana Santa y elaborar sus informes para seguir trabajando de cara al año que viene: “Lo que hemos vivido es doloroso, pero no podemos quedarnos en eso. La Semana Santa es la forma de sentir que nos une y hay que estar ya con ánimos y trabajando para que la de 2025 sea extraordinaria. Ahora toca este trabajo interno, que tan necesario es” ha concluido Sánchez Albendea.

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