La sede actual de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca se encuentra ocupando los locales de una antigua casona castellana enclavada en pleno Casco Histórico de la ciudad, a la altura del número trece de la calle Andrés de Cabrera. Vía que se encuentra en el itinerario principal de acceso a la Plaza Mayor, lugar de especial encanto para todos los conquenses y de obligada visita para todos los visitantes.
Dicho local fue cedido por el ayuntamiento de la ciudad a la Junta de Cofradías para que fuera su sede institucional y pudiera albergar también el Museo de la Semana Santa, -proyecto pretendido, ansiado y soñado por todos los nazarenos conquenses desde siempre- . Empresa que finalmente pudo darse por conseguida el día 12 de mayo de 2006, cuando tuvo lugar la inauguración de la nueva sede para la Junta de Cofradías y del Museo de la Semana Santa de Cuenca. Por fin la máxima institución nazarena conquense contaba con una sede digna y acorde a la importancia que la celebración y conmemoración de esta Semana de Pasión supone durante todo el año para esta ciudad.
Atrás quedaban el empeño y esfuerzo de tantos y tantos nazarenos, y de tantos y tantos conquenses, perdidos ya en el sueño de los Justos… Atrás queda también el año 1995, año en el que autoridades municipales y miembros de la Junta de Cofradías, por fin, se pusieron a trabajar hombro con hombro para que de una vez por todas el ansiado proyecto ya no tuviera vuelta atrás, y años más tarde se materializara en la cesión, por parte de la alcaldía de la ciudad a la Semana Santa de Cuenca, del antiguo Palacio de Girón y Cañizares, -popularmente conocido por la Casa de los Girones; lugar en él que también tuvo su sede, en su día, el ya abolido Tribunal Tutelar de Menores-.
Atrás, muy atrás queda ya, -cuando todavía las cuentas se calculaban en pesetas-, las inagotables reuniones, negociaciones, y conversaciones con autoridades provinciales y regionales para, primeramente, subvencionar el arreglo del edificio y, posteriormente, una vez debidamente restaurado y acondicionado éste y calculando ya en euros, para poder dotar de contenido a tan extraordinario continente. No sería justo dar fin a este texto sin antes agradecer a todas las autoridades que han apoyado desde el principio este proyecto nazareno: autoridades locales, provinciales, regionales y hasta nacionales. Sí, porque el dinero primero vino de Europa con los fondos FEDER; y más tarde fueron las instituciones locales, provinciales y regionales las que corrieron con el peso de la financiación de tan magno proyecto. Y todos ellos, todos, tuvieron y supieron “arrimar el hombro” y en muchos casos sujetar fuertemente la “horquilla”, para que este pesado “paso” no cayera y se quedara por el camino sin poder llegar hasta el final de su trayecto.
Gracias, muchas gracias a todos los que, de una u otra manera, os sintáis identificados con estas palabras, la Semana Santa de Cuenca os estará eternamente agradecida.
La sede actual de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca se encuentra ocupando los locales de una antigua casona castellana enclavada en pleno Casco Histórico de la ciudad, a la altura del número trece de la calle Andrés de Cabrera. Vía que se encuentra en el itinerario principal de acceso a la Plaza Mayor, lugar de especial encanto para todos los conquenses y de obligada visita para todos los visitantes.
Dicho local fue cedido por el ayuntamiento de la ciudad a la Junta de Cofradías para que fuera su sede institucional y pudiera albergar también el Museo de la Semana Santa, -proyecto pretendido, ansiado y soñado por todos los nazarenos conquenses desde siempre- . Empresa que finalmente pudo darse por conseguida el día 12 de mayo de 2006, cuando tuvo lugar la inauguración de la nueva sede para la Junta de Cofradías y del Museo de la Semana Santa de Cuenca. Por fin la máxima institución nazarena conquense contaba con una sede digna y acorde a la importancia que la celebración y conmemoración de esta Semana de Pasión supone durante todo el año para esta ciudad.
Atrás quedaban el empeño y esfuerzo de tantos y tantos nazarenos, y de tantos y tantos conquenses, perdidos ya en el sueño de los Justos… Atrás queda también el año 1995, año en el que autoridades municipales y miembros de la Junta de Cofradías, por fin, se pusieron a trabajar hombro con hombro para que de una vez por todas el ansiado proyecto ya no tuviera vuelta atrás, y años más tarde se materializara en la cesión, por parte de la alcaldía de la ciudad a la Semana Santa de Cuenca, del antiguo Palacio de Girón y Cañizares, -popularmente conocido por la Casa de los Girones; lugar en él que también tuvo su sede, en su día, el ya abolido Tribunal Tutelar de Menores-.
Atrás, muy atrás queda ya, -cuando todavía las cuentas se calculaban en pesetas-, las inagotables reuniones, negociaciones, y conversaciones con autoridades provinciales y regionales para, primeramente, subvencionar el arreglo del edificio y, posteriormente, una vez debidamente restaurado y acondicionado éste y calculando ya en euros, para poder dotar de contenido a tan extraordinario continente. No sería justo dar fin a este texto sin antes agradecer a todas las autoridades que han apoyado desde el principio este proyecto nazareno: autoridades locales, provinciales, regionales y hasta nacionales. Sí, porque el dinero primero vino de Europa con los fondos FEDER; y más tarde fueron las instituciones locales, provinciales y regionales las que corrieron con el peso de la financiación de tan magno proyecto. Y todos ellos, todos, tuvieron y supieron “arrimar el hombro” y en muchos casos sujetar fuertemente la “horquilla”, para que este pesado “paso” no cayera y se quedara por el camino sin poder llegar hasta el final de su trayecto.
Gracias, muchas gracias a todos los que, de una u otra manera, os sintáis identificados con estas palabras, la Semana Santa de Cuenca os estará eternamente agradecida.
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